sábado, 12 de enero de 2013

Articulo: Fisiología de la Hematopoyesis

Fisiología de la hematopoyesis

M. Ramírez Orellana1, A.M. Cornejo Gutiérrez2
1-Oncología Pediátrica. Hospital Niño Jesús. 2-Equipo de Atención Primaria de Ocaña

Resumen

El sistema hematopoyético está compuesto por diferentes tipos celulares que derivan de la diferenciación y expansión de progenitores inmaduros. Su funcionamiento correcto asegura la producción de las células responsables del transporte de oxígeno, la coagulación sanguínea y la inmunidad. Se organiza como una jerarquía en la que las relaciones entre los diferentes tipos celulares se basan en la capacidad de proliferación y de diferenciación celular. El funcionamiento normal de la hematopoyesis resulta de la interacción entre mecanismos intracelulares y la influencia del microambiente donde se desarrollan las células hematopoyéticas.

INTRODUCCIÓN

Diariamente miles de millones de células hemáticas maduras, principalmente eritrocitos y granulocitos, mueren y son eliminadas de la circulación. Un número equivalente de células jóvenes alcanza la sangre periférica (SP), de manera que se compensa la pérdida ya señalada. La hematopoyesis hace referencia a este proceso continuo de producción de células hemáticas. En este artículo, vamos a comenzar describiendo las células que componen el sistema hematopoyético, seguidamente describiremos la organización de dicho sistema y, por último, hablaremos del funcionamiento normal de la hematopoyesis.

Células hematopoyéticas

En el sistema hematopoyético se reconocen diversos tipos celulares, que podemos agrupar en: células madre, células progenitoras y células maduras. El inicio del proceso de diferenciación hematopoyética se encuentra en el compartimento de células madre o células troncales hematopoyéticas (stem cells). Este grupo de células es el responsable de la generación continua y de por vida de todas las demás células hemáticas.

Son las células con la máxima capacidad de autorrenovación y diferenciación, características que se van perdiendo conforme las células hematopoyéticas se diferencian en elementos más maduros. Las células madre hematopoyéticas son las únicas capaces de regenerar el sistema hematopoyético del receptor de un trasplante. Los estadios intermedios de desarrollo celular entre las células madre y las células hematopoyéticas maduras están constituidos por células que han sufrido restricciones en la capacidad de diferenciación, pero todavía no han adquirido los cambios morfológicos típicos de las células hemáticas maduras; son los progenitores comprometidos.

Las células más maduras de los diferentes linajes mieloides (eritrocitos, polimorfonucleares, monocitos y megacariocitos) se reconocen fácilmente gracias a sus características morfológicas. Suponen el estadio final en el proceso de maduración hematopoyética y constituyen la mayoría de las células presentes en los sitios de hematopoyesis fisiológica, por lo que son las células monitorizadas en los diferentes procesos fisiopatológicos de la práctica médica. Son, además, las células diana de los diferentes mecanismos de control que afinan los cambios en su viabilidad, expansión y diferenciación, así como de la liberación final de las células maduras a la circulación sanguínea. Tanto las células madre como los progenitores y las células maduras se encuentran en la  médula ósea (MO), en la SP y también en la sangre del cordón umbilical del recién nacido.

El proceso de diferenciación hematopoyética se describe como una jerarquía de células progenitoras, en la que cada estadio sucesivo se distingue del siguiente por un fenotipo característico, así como por el número y tipo(s) de células hijas maduras que son capaces de generar. Esta organización no se puede visualizar in vivo directamente, en parte por la movilidad de los progenitores dentro de la MO y en parte porque muchos cambios tempranos e irreversibles en la expresión génica suceden antes de que se expresen como cambios en la morfología celular. Por este motivo, todas las células hematopoyéticas inmaduras se clasifican morfológicamente de manera indiscriminada como células blásticas: células de tamaño pequeño, redondas, con núcleo grande y citoplasma escaso.

El desarrollo de las células linfoides es diferente al de las células mieloides en muchos aspectos. Por ejemplo, los cambios morfológicos no son tan pronunciados, al menos hasta el momento en el que alcanzan la capacidad de responder a estímulos antigénicos. Además, los primeros estadios de diferenciación linfoide se acompañan de producción y destrucción de una enorme cantidad de células. Hasta la fecha, no se han conseguido desarrollar condiciones de cultivo in vitro para progenitores linfoides, lo que ha impedido realizar estudios comparables a los desarrollados para los progenitores mieloides.

8 comentarios:

  1. Rafael G. Remy Peña 100079911

    Es uno de los temas de mayor importancia que ha hecho una aparición impetuosa en el mundo científico, de tal manera que hoy resulta imposible eludir al impacto que está causando en la medicina.
    Ciertamente, la mayoría de las enfermedades incurables hoy en día se caracterizan por la muerte de las células. En este caso la utilización de las llamadas células madres se presenta como una esperanza, ya que el sistema hematopoyético más precisamente las células madres, tienen la capacidad de formar células sanguíneas, el sistema inmune y también son capaces de la generación continua de todas las demás células hemáticas.
    Padecimientos como diabetes, Parkinson, leucemia, cáncer, enfermedad de Alzheimer, podrían vislumbrar, efectivamente, una luz al final del túnel.
    También cabe destacar, una de los objetivos de mayor importancia del proceso llamado hematopoyesis, es la de equilibrar la perdida diaria de miles de millones de eritrocitos y granulocitos eliminados en la circulación, produciendo células jóvenes.

    ResponderEliminar
  2. La médula ósea roja , es el lugar donde se produce la sangre (hematopoyesis), porque contiene las células madre que originan los tres tipos de células sanguíneas que son los leucocitos, hematíes y plaquetas.

    yuleisi herrera martinez 100146661

    ResponderEliminar
  3. Es interesante el proceso de diferenciacion hematopoyetica, y como en este proceso las celulas son organizadas en una jerarquia debido principalmente al tipo y numero de hijas que son capaces de crear, es decir,por su madurez. La relacion entre los diferentes estadios se basan en la capacidad de proliferacion.

    Eloyni Martinez Cabreja 100146275

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Me gusto mucho leer este artículo y agrego que:
    Durante la primera etapa de la vida en el embrión y feto, la hematopoyesis se produce de forma diferente. El hígado y en menor proporción el bazo, ganglios linfáticos y timo son los órganos productores entre el segundo y séptimo mes. A partir del séptimo mes de vida intrauterina será la medula ósea el órgano hemopoyético principal hasta el nacimiento y después lo será durante toda la vida en situación normal.

    Existe tejido hematopoyético en el bazo, en los ganglios linfáticos, en el timo y, fundamentalmente, en la médula ósea roja, el centro hematopoyético más importante del organismo. El tejido hematopoyético puede ser de dos tipos:

    Mieloide: es el que forma la médula ósea roja, que se encuentra entre las trabéculas del tejido óseo esponjoso. Formado por fibras reticulares y una gran cantidad de células madre precursoras de glóbulos rojos, leucocitos y plaquetas.
    Linfoide: en él se hace la diferenciación de los linfocitos. Lo encontramos en los ganglios, el timo, el bazo y las amígdalas.

    La vida de las células de la sangre es corta. Para mantener los niveles de células sanguíneas en cifras estables es necesaria una renovación permanente de las células que desaparecen por el proceso normal de envejecimiento. También son precisos unos mecanismos de ajuste que permitan una mayor producción ante un aumento de las demandas de células sanguíneas concretas porque su cuantía sea insuficiente para producir una función.

    Massiel M. Fortuna B. 100090807 sec. 05

    ResponderEliminar
  6. El sistema hematopoyetico es importante porque regeneran las células responsables del transporte de oxígeno, la coagulación sanguínea y la inmunidad, o sea, globulos rojos, plaquetas y globulos blancos. Sin este sistema nuestro cuerpo no podria regenerarse a la misma velocidad con que se degrada. Por lo tanto se le ha hecho mucho enfasis a las celulas madres, ya que son las responsables de regenerar cualquier tipo de celulas, ya las celulas maduras son las hijas de la madre pero ya especializadas en alguna funcion. Si se desarrolla la produccion o se descubre algun tratamiento para hacer que la medula osea produzca mas celulas madres seria un grandisimo aporte a la medicina y salvaria millones de vidas!

    Cabe aclarar que los granulocitos son un tipo de glóbulos blanco que junto a los eritrocitos (glóbulos rojos) tienen un periodo de vida muy corto por lo tanto tienen que reponerse rapidamente gracias al sistema hematopoyetico.

    Huascar Martinez 100197121

    ResponderEliminar